La Cariñena que tiene plantada Viñedos de Alcohuaz en medio de la cordillera del Valle de Elqui debe ser, casi con seguridad, la más alta del mundo. De ahí proviene Pingo Pingo el sexto vino de la bodega liderada por el enólogo Marcelo Retamal y con la cual, además, comparte sociedad junto a la familia Flaño. El viñedo Los Pingos es el de mayor altura en Alcohuaz. El clima a 2.188 metros de altitud es extremo. El suelo está dominado por grandes rocas y prácticamente todos los inviernos cae algo de nieve. Para poder sobrevivir en ese lugar las uvas desarrollan pieles más gruesas que lo habitual, una forma de protegerse de la insolación. Así también la acidez natural del vino, luego de su fermentación, llegó a niveles radicales, logrando equilibrarse después de 7 años de guarda: tres en un huevo de cemento y cuatro en botella, algo completamente inusual en el mundo del vino chileno. Pingo Pingo es muy distinto a las viejas cariñenas del Maule. La de Alcohuaz transita entre aromas a tierra, grafito y rosas secas. En la boca su columna vertebral está marcada por la acidez. Tiene un final largo y hay evidencias de una muy buena evolución. De esta primera añada (2015) se hicieron 2.193 botellas. El vino acompaña muy bien un jugoso trozo de entraña o mollejas a la parrilla.